La corrupción del ente rector del deporte rey es legendaria y tenía que ser un país donde el fútbol no es el deporte nacional el que por fin se atreviese a poner algo de orden. Pero como es ya costumbre de buscar un responsable, era solo cuestión de tiempo para que saliese a relucir el chivo expiatorio, obvio. El ahora preso y hasta hace poco vicepresidente de FIFA, el trinitario Jack Warner declaró que sus "problemas" y los del Qatari Mohammed Bin ...