Hace casi dos décadas una gran amiga vino a despedirse con sus dos hijos porque hacía Aliá. Esa joven mujer junto a su marido decidieron desafiar la realidad en la que vivían y comenzar una nueva vida. Dejaron familia, amigos, recuerdos y se llevaron el bagaje cultural judío como arma para trabajar en Israel. Tanto su esposo creyente, traductor y corrector de libros religiosos y ella empleada de CIDIPAL que dependía de la Embajada de Israel como centro de difusión partieron ...