Me resulta chocante lo mucho que tienen en común estos días el presidente ruso Vladimir Putin y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu: Ambos se ven a sí mismos como grandes jugadores de ajedrez estratégico en un mundo en el que, piensan, todos los demás sólo saben jugar a las damas. Y, sin embargo, ambos malinterpretaron por completo el mundo en el que operaban. De hecho, lo interpretan tan mal que parece como si cada uno de ellos no estuviera jugando al ajedrez o a las damas, ...