La agitación en el mundo árabe, especialmente los sucesos de Túnez y Egipto, los cuales resultaron en la renuncia de los líderes de estos países, está siendo seguida muy de cerca por agentes jihadistas, ideólogos y defensores en Internet. Los jihadistas dieron la bienvenida a la destitución del presidente Hosni Mubarak, a quien consideraban un tirano y apóstata y respondieron discutiendo el papel que deben desempeñar en el futuro de Egipto. Sus respuestas se pueden dividir en dos categorías principales: ...