En un reciente viaje a Estrasburgo, metafórica capital europea de la convivencia (dada la alternancia histórica de banderas francesas y alemanas), el buscador me informaba de una sinagoga a pocos metros de un sitio por el que había pasado ya varias veces. En realidad se trataba de un fastuoso templo erigido en 1898 (cuando la ciudad estaba en manos del Imperio Alemán) y destruido en 1940 cuando los nazis (supuestos nacionalistas) lo quemaron y derribaron. Sin embargo, no descubrí su ...