Francia es un país donde las así llamadas "organizaciones anti-racistas", fuertemente subsidiados por el gobierno, mayormente combaten sólo un único "racismo": "islamofobia". Ahora es un país en el que las únicas personas autorizadas para hablar libremente del Islam a grandes audiencias son lo que la describen como una religión de paz e ilimitado amor. Las personas procesadas y multadas por proferir comentarios críticos sobre el Islam, como Christine Tasin, dicen en voz alta lo que piensan miles sin atreverse a hablar. Las encuestas ...