El anuncio de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de la ruptura unilateral de relaciones entre la Ciudad Condal e Israel representa el último golpe en la línea de flotación de la inversión exterior en Cataluña, hundida en la última década por efecto del procés secesionista. Y en el caso particular del país asiático, supone la puntilla a una degeneración que se inició poco después de los acontecimientos del otoño de 2017 y que ha hecho que el territorio pase de ser el principal receptor en España ...
El desplante de Colau a Tel-Aviv apuntilla una decreciente inversión israelí en Cataluña
La autonomía apenas recibe el 5% de las inversiones que llegan a España procedentes de Israel, cuando llegó a acaparar un 80% antes de la pandemia